jueves, 29 de agosto de 2019

Piel sana tras el verano


La recuperación de la piel tras el verano se basa en una buena exfoliación y la posterior rehidratación. El sol y el aire libre constituyen agentes agresores para la piel y esta necesita una reparación inmediata tras el verano.
  • La deshidratación producida por el calor afecta seriamente a la piel.
  • Para una piel sana es necesario hidratarla y nutrirla desde el interior del organismo.
  • Los antioxidantes de los alimentos son fundamentales para reparar los daños de la piel ocasionados durante el verano.
  • Beber, al menos, un litro y medio de agua al día y mejor dos litros es el principio de una buena hidratación.

 
El principal daño que sufren piel durante el estío es la deshidratación. Así, cuando la  humedad ambiental pasa del 90% al 60%, la piel sufre una deshidratación del 30%. Esta pérdida de agua ocasiona una piel menos lustrosa, reseca y rugosa. El aire acondicionado también es un factor a tener en cuenta, ya que el cambio térmico repentino y la sequedad propia de estos sistemas de refrigeración fomentan una mayor deshidratación, si cabe. Además de la deshidratación, la piel sufre la aparición de lesiones propias del fotoenvejecimiento o envejecimiento inducido por la acción solar, produciéndose un mayor grado de deterioro y la aparición de manchas y capilares dilatados.
La exposición a los rayos del sol, incluso con cielo nublado, debería implicar en todos los casos, de manera constante y más en los niños, el uso continuado de protectores solares adecuados a la actividad, la latitud, la edad del sujeto y el color de la piel. La irradiación solar sobre la piel está relacionada con el cáncer de piel y el melanoma maligno. Además, la piel "recuerda" las pequeñas lesiones recibidas en la infancia tras sus repetidos encuentros con el sol, que no hay que olvidar que es una de las fuentes de energía más potentes de la naturaleza.


 
Tras el verano, la piel puede haber sufrido diferentes grados de daño debidos al sol y al aire libre. Este es un buen momento para reparar estas agresiones y devolverle a la piel su frescura. Las comidas deben ser ricas en betacarotenos que son unas sustancias que le dan color a las verduras y que son percusores de la vitamina A, como la calabaza, la zanahoria, el tomate, la espinaca, los nísperos, el brécol, etc. Los antioxidantes de los alimentos, como la vitamina C y la E, son fundamentales para la recuperación de la piel. Estas vitaminas están presentes en los aceites vegetales, las carnes, el pescado, las verduras y las frutas. Poe ello es importante cuidar la alimentación para una buena recuperación de la piel.
Se debe reforzar esta estrategia con la exfoliación de la piel para eliminar las células muertas y dar paso a una piel renovada. A continuación, es indispensable proceder a una hidratación reforzada para recuperar la piel de los daños ocasionados por el verano Beber, al menos, un litro y medio de agua al día y mejor dos litros es el principio de una buena hidratación y el complemento indispensable de los cosméticos. Es fundamental conservar el papel de barrera de la capa córnea mediante la aplicación de sustancias humectantes en forma de cremas con lípidos que evitan la evaporación del agua de la piel.

 En Proyectos de Belleza aconsejamos:

  • Tratamiento en cabina de cerezoterapía.

  •  Exfoliación en casa o cabina con el exfoliante Anadia 500ml.

     

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